Extracto de las Cartas de Juan Wesley

CARTAS | Año 3 N° 10

La lectura de sus Obras, Sermones, Cartas y su Diario, son parte de la herencia metodista un “evangelio integral” para nuestra edificación personal y comunitaria.

De la carta a  “George Downing”* extraemos:

Liverpool, el 6 de abril de 1761.

Estimado señor,

Deje hablar al que quiera hablar, y si lo que se dice es la verdad, estoy dispuesto a aceptarlo. Si no lo es, no importa quién lo diga, no lo acepto. Magis amica veritas**.

Tuve una conversación agradable con el Sr. Venn, quien, supongo, está cerca de usted ahora. Creo que se comporta en forma normal como debe ser. Yo observaría cada punto de orden, excepto cuando la salvación de almas está en juego. Allí prefiero el fin antes que los medios.

Creo que es una lástima que los pocos clérigos en Inglaterra que predican las tres grandes doctrinas bíblicas (el pecado original, la justificación por la fe, y la santidad que es su producto) tengan recelos y malentendidos entre ellos.

¡Qué ventaja le debe dar esto al enemigo común! ¡Qué obstáculo es para la gran obra en la cual todos están involucrados! ¡Cuán deseable sería que hubiese una relación más abierta y franca entre ellos! Hasta donde, en verdad, juzgue que sea para la gloria de Dios, podrían declarar abiertamente en dónde radican sus diferencias.

Pero seguramente, si tienen vergüenza de afirmarse el uno al otro frente a todos, entonces también tienen vergüenza de afirmar a Cristo, tienen vergüenza del que envía si no aprueban a los que él ha enviado. Nunca faltarán, en verdad, excusas. ¿Pero tendrán valor delante de Dios?

Por muchos años he estado laborando por esto: laborando para unir, no dispersar, a los mensajeros de Dios. No es porque necesite algo de ellos. Como Dios me ha dado el poder para perseverar casi solo durante estos veinte años, no dudo de que me dará el poder para perseverar o con ellos o sin ellos.

Pero quiero que todos nos ayudemos mutuamente, y que el mundo entero lo sepa. Que sepan quiénes están de parte del Señor. Usted, confíe en ello, pertenecerá siempre al número de estos. ¡Oh, que prediquemos y vivamos el evangelio completo! ¡La gracia de nuestro Señor sea con su espíritu!

Quedo de usted, estimado señor, con afecto

Su hermano y siervo

Juan Wesley

 

 

*GeorgeDowing era capellán del conde de Dartmouth, y Rector de Ovington, Essex.

**”No hay amigo como la verdad”.

 

La selección de los párrafos de los textos fueron elegidos teniendo en cuenta varios criterios (temática, extensión, contenido del mensaje, impacto en el lector, etc.) sin embargo no excluyen cierta cuota de arbitrariedad difícil de evitar, por lo cual pedimos disculpas por anticipado.

Extracto de los Diarios de Juan Wesleyiarios

DIARIO | Año 3 N° 10

La lectura de sus Obras, Sermones, Cartas y su Diario, son parte de la herencia metodista un “evangelio integral” para nuestra edificación personal y comunitaria.

De su Diario extraemos:

[Wesley en Irlanda]

Domingo 10 de agosto 1760.

Después de predicar a las siete, en una casa llena dentro y afuera, dejé este cómodo lugar y regresé a Cork.

Tenía el deseo de predicar en otro lugar en la noche, pero el clima no lo permitió. Cuando se reunió la sociedad, una persona completamente cubierta de oro se metió violentamente. Por su apariencia lo hubiera juzgado como alguien de la nobleza. Más tarde fui informado que era el Dr. Taylor.

El lunes y martes, realicé una visita a la sociedad, lo que me afligió, aunque no me sorprendió, al encontrar tal decadencia. Dejé doscientos noventa miembros y encontré sólo doscientos treinta y tres. ¿Y cuál será el final, a no ser que los que permanecen aprendan a sobrellevar las cargas unos a los otros?

Agregando a los de las otras provincias, y cerca de seiscientos que están en Munster, el número total es de un poco más de dos mil.

Nuestras congregaciones de la noche esta semana fueron más pequeñas que de costumbre, ya que la gente importante estaba ocupada en asuntos más serios. Una compañía de teatro estaba en el pueblo. Sin embargo, muchos de ellos vinieron el viernes, porque una noche de vigilia era más nuevo para ellos que una comedia.

 

La selección de los párrafos de los textos fueron elegidos teniendo en cuenta varios criterios (temática, extensión, contenido del mensaje, impacto en el lector, etc.) sin embargo no excluyen cierta cuota de arbitrariedad difícil de evitar, por lo cual pedimos disculpas por anticipado.

 

Extracto de los Sermones de Juan Wesley

SERMONES | Año 3 N° 10

De su Sermón “Sobre el sermón del Señor en la montaña” [Discurso 9.1]  extraemos:

Mateo 6:24-34

Ninguno puede servir a dos señores; porque o

aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y

menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las

riquezas.

Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida,

qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro

cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el

alimento, y el cuerpo más que el vestido?…..

“…¡Cuán inútil es para cualquier persona ese propósito, intentar servir a dos señores! ¿Acaso no es fácil prever cuál será la consecuencia inevitable de semejante intento? «Porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro». Las dos partes de esta oración, aunque son proposiciones diferentes, deben entenderse en conexión una con la otra ya que la última es consecuencia de la primera. Naturalmente la persona se entregará a aquél a quien ama. Se aferrará a él y lo servirá de corazón, con lealtad y diligencia. Y al mismo tiempo llegará a despreciar al señor que aborrece de tal suerte que tendrá en poca estima sus mandamientos, y aun cuando llegara a obedecerlos, lo hará con ligereza y descuido. Por tanto, sin importar lo que puedan creer los sabios de este mundo, no podéis servir a Dios y a mamón.

Mamón era el nombre de uno de los dioses paganos cuyo dominio eran las riquezas. En este contexto debemos entenderlo como la riqueza en sí, oro y plata, o como dinero en general, que en sentido figurado incluye todo lo que el dinero puede comprar: comodidad, honor y placer sensual.

Pero ¿qué debemos entender por servir a Dios y qué por servir a mamón?

No podemos servir a Dios si no creemos en él. Este es el único y verdadero fundamento de nuestra adoración.

Por lo tanto, creer que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, creer en él como un Dios de amor y perdón, es el primer gran paso para adorarle.

Y así creer en Dios significa confiar que él es nuestra fortaleza, que separados de él nada podemos hacer. El es quien a cada instante nos concede el poder de lo alto sin el cual nos resultaría imposible complacerle. El es nuestro auxilio, nuestro único auxilio en tiempo de tribulación; nos rodea con cánticos de liberación. El es nuestro escudo, nuestro defensor. El levantará nuestra cabeza sobre los enemigos que nos rodean.

Creer en Dios significa confiar en él como nuestra alegría; como el centro de todo espíritu, el único descanso para nuestras almas, el único bien para todas nuestras capacidades, quien puede satisfacer todos los deseos que él mismo ha puesto en nosotros.

Significa (en estrecha relación con lo anterior) confiar en Dios como nuestro fin; dirigir nuestra mirada a él en todas las cosas; utilizar todas las cosas sólo para deleitarlo; dondequiera estemos, hagamos lo que hagamos, sentir su presencia invisible mirándonos complacido, y presentarle todo a él en Cristo Jesús.

De modo que lo primero que debemos entender como parte de nuestro servicio a Dios es creer en él. Lo segundo es amarlo”.

 

La selección de los párrafos de los textos fueron elegidos teniendo en cuenta varios criterios (temática, extensión, contenido del mensaje, impacto en el lector, etc.) sin embargo no excluyen cierta cuota de arbitrariedad difícil de evitar, por lo cual pedimos disculpas por anticipado.